ESPECULACIONES
Una
visita al viejo Melchor Ocampo del Balsas
Jorge
A. Chávez Páramo (un
legado que nos dejo el 13 de marzo 2007)
UN VIEJO AMIGO me invito la semana anterior para que
le acompañara a lázaro Cárdenas. visitaría familiares y saludaría amigos.
Acepte desde luego. hacia lo menos dieciocho años, no incursionaba por aquellos
lares, aunque gracias a mis amigos del periódico “Región L.C.”, me entero de
cuanto ocurre. Y me sorprendió la increíble transformación que en dos décadas
se ha dado en la Región porteña michoacana. Obviamente, conocí la autopista y
disfrute de sus paisajes laterales. Pero luego de lo que pude ver en la nueva
ciudad y en los múltiples nuevos asentamientos humanos de la región, no pude
menos que remontarme a la época en que, con mucho esfuerzo pero gran empeño,
allá por los años 70, cuando iniciaron las obras de infraestructura que
culminarían con el puerto, la siderúrgica, la terminal granelera, NKS, el
acondicionamiento del Cayacal para el desarrollo portuario y con otras obras.
En aquellos años, visitaba la costa cada ocho días, captando información y
tomando fotografías, para difundirlas en un modesto semanario -“7° DIA”- que
distribuía gratuitamente en Lázaro Cárdenas, Guacamayas y Playa Azul, en un
afán de que los habitantes de la región, conocieran lo que allá estaba
ocurriendo para hacer surgir uno de los más importantes polos de crecimiento
económico para el país.
SALUDE a viejos amigos nacidos y criados en el viejo
Melchor Ocampo del Balsas. Y recordamos aquella modesta alcaldía que ocupaba
una casa frente a la plaza, el
embarcadero a la Orilla del Balsas, cuyas pangas le llevaban a uno a recorrer
el rio, plagado de aves para llegar a la barra de la Necesidad, donde en
restorancitos de palapas ofrecían exquisitos platillos de pescado fresco,
ostiones, langostinos y camarones que con cerveza o refrescos helados, eran una
delicia. RECORDAMOS LOS BORBOLLONES a lo
ancho de la Desembocadura del Balsas, cuando sus aguas se juntaban con las del
mar, por encima de lo que las pangas “brincaban “ habilidosamente, para
llevarnos mar adentro, hasta donde pescaban los taberneros que a diario,
llegaban con sus escualos a la playa. En el lado de Guerrero para filetear,
salar y secar tiburones y cazones, convirtiéndolos en apetitoso “Bacalao
Noruego”.
GRACIAS a las pangas pudimos ver como trabajaban las
gigantescas dragas Japonesas, que succionaban del fondo del mar cantidades
impresionantes de arena y agua, enviándolas a través de grandes “gusanos” de
tubos metálicos a los sitios que deberían rellenar y en donde luego se moto
conformarían, entre otros, los terrenos para instalar los “pilotes flotantes”
que cimentaron las instalaciones de la siderúrgica. ASÍ, con las DRAGAS, se
hizo el canal de acceso al puerto y se cerraron las barras de burras y la de la
Necesidad, salidas naturales del Balsas. Otras muchas cosas recordamos de lo que fue el viejo Melchor Ocampo del
Balsas. Ya hablaremos otro día del arribo del Yanagi Maru, primer buque Japonés
que atraco en el puerto y recordaremos como eran Playa Azul, La mira,
Guacamayas, Caleta de Campos, así como del criadero de venado cola blanca de
Don Benigno Trejo. Vale.
HOY, TODO ES diferente, SICARTSA, ahora se denomina
ArcelorMittal, NKS, cerro por quiebra, y espera ser parte de uno de los
embarcaderos transnacionales, El Puerto L.C. es el de mayor crecimiento en la
costa del Pacifico, la Barra de la Necesidad se transformo en Fertinal, La Alcaldía
es una de las más modernas del Estado, y se localiza en la Av. Lázaro Cárdenas,
el embarcadero a la Orilla del Balsas,
se multiplico, las pangas aun recorren el rio, pero ya no brincan aquellos
BORBOLLONES, en la descarga del Balsas, y REGION L.C. sigue circulando, bajo la
dirección de Ma. Otilia Medellin, que hoy 9 de
Septiembre, celebro 13 años de su periódico, donde por 10 años escribió su
Columna “ESPECULACIONES”, el Sr. Jorge A. Chávez
Páramo.