Congregando a cerca de
un millar de personas se llevó a cabo la misa de cuerpo presente para dar el último adios al hijo, padre, hermano, familiar, amigo, compañero, periodista y cronista de
la ciudad que fue Daniel Vargas Rivera para quien se pidió al altísimo su
descanso eterno.
El padre Serafín
Elizarrarás, Párroco de la Catedral de Cristo Rey al oficiar la misa en la que
se dio despedida a los restos mortales de Vargas Rivera reconfortó y
fortaleció con palabras bíblicas a su esposa Yolanda Ambriz y a sus hijos
Rigel, Daniel, Shanti Emmanuel y Jeriel Vargas Ambriz.
El párroco comentó que
Daniel Vargas fue un hombre de paz, de respeto y de servicio;
amoroso con su familia y sus amigos; dirigiéndose a los periodistas les pidió ser solidarios como
compañeros llamándoles a seguir la noble profesión que es necesaria para informar
el acontecer diario.
Al finalizar la
ceremonia religiosa en la que hizo presencia Armando
Palomino Domínguez, Director de Atención a Medios del Interior del Estado, en
representación del gobernador Fausto Vallejo Figueroa, la hija de Daniel
Vargas, Rigel, agradeció la solidaridad de quienes les acompañaron y con
fortaleza dijo que van a estar bien porque vienen de buena madera “Somos
Vargas, somos Ambriz, donde quiera que él esté nos va a dar fuerza, muchas
gracias, mi papá está feliz por haber estado acompañado, vamos a seguir y va la
siguiente edición”.
Guiado por sus amigos,
familiares y colegas el féretro fue encaminado hacia la puerta de la catedral y
ahí con la frase “La verdad para mí es muy difícil” el periodista Carlos Casillas al atender la
petición de la señora Yolanda Ambriz, expresó unas palabras de despedida al
Cronista de Lázaro Cárdenas y al periodista con más de 40 años de labor.
Casillas Bedolla recordó la
trayectoria del comunicador comentando que con él se formó una generación que a
fuerza del trabajo y la convivencia nos convertimos en una segunda familia y
diciendo que fueron los hijos de los periodistas el indicador de que pasaron
los años mencionó: “son ellos el indicador de que somos gente de provecho, gente de
bien y eso debe ser la principal satisfacción
para mí y para nosotros”.
Y concluyó la
despedida diciendo: “Amigos, desde un principio, estamos aquí llorando su
muerte pero, una muerte que deberían tener todas las gentes que dedican su vida
a hacer que se dedican a servir a la comunidad, una muerte en paz, una muerte
en familia; eso es la recompensa Daniel tú paso por esta vida no fue en vano, deja
un legado, deja una historia y deja muchas cosas por superar, hermano, nos vemos”.
(Por: Otilia Medellín y Salvador Garcia con fotos de Jorge Luis Ostria Vera)