Frecuentemente se les pregunta a los especialistas si el número de terremotos ocurridos por año está incrementándose.
Aunque aparenta ser así, el número de sismos de magnitud 7 o superior ha permanecido constante. Una explicación parcial a esta sensación de incremento radica en el hecho de que en los últimos 20 años, se ha incrementado en forma espectacular el número de sismógrafos en el mundo y se han hecho numerosas mejoras en la tecnología de comunicación de datos.
En 1931, había aproximadamente 350 sismógrafos en todo el planeta; hoy en día existen más de 8,000 y la información que éstos sensores produce viaja rápidamente a través de correo electrónico, Internet y comunicaciones satelitales.
Con esta infraestructura, los servicios sismológicos mundiales pueden localizar con mayor rapidez y precisión muchos sismos, aún de escasa magnitud, que antes pasaban desapercibidos. Además, debido al interés creciente de las personas en el medio ambiente y en los desastres naturales, el público ahora aprende más sobre los terremotos.
De acuerdo a los registros históricos (desde 1900), se espera en promedio que ocurran 18 sismos importantes (7.0 a 7.9) y un gran sismo (8.0 o superior) al año, sin embargo, durante 1995 se sobrepasaron las expectativas: se registraron 22 sismos importantes y 3 grandes sismos, mientras que en 1988 sólo hubo 8 sismos importantes y ninguno grande. (Fuente: US Geological Survey, National Earthquake Information Center)
